ACERCA DEL ESPECTACULO. VER MAS

Un ritual fallido (o no).

Un emperador maldito, o quizás bendito.

Es peligroso hacer hablar a un muerto...

Memorias de Juliano - De Uno, del fracaso, es la más personal de las arriba de treinta obras que publiqué o estrené en estas cuatro décadas, y hasta ahora la que me ha tomado más tiempo y energía: un unipersonal (en muchos sentidos; y nunca había hecho uno) que me persigue desde hace veinte años con una forma y contenido siempre esencialmente iguales.

En 1998 surgió la necesidad persistente de actuar un monólogo, y al tiempo contacté a través de la magnífica novela de Gore Vidal con el emperador Juliano, al que quise llevar de inmediato a escena. Pero las versiones teatrales de Kazantzakis, Ibsen, Lorenzo de Medicis, Savater y Zakópulos me resultaron todas ideológica o estéticamente inaceptables. Imaginaba al mismo tiempo un unipersonal de poesías griegas a partir de varias participaciones en actos públicos y perfomances de función única (Sappho, Eros ke Kavafis; y luego Borges e il Dante; Borges, Kavafis y los otros), así como otro sobre elementos de astrología y cábala a partir de mi tránsito por el astrodrama.

Todo confluyó en una obra intitulada desde un principio Memorias de Juliano en homenaje a Yourcenar. Un subtítulo hoy abandonado La lección de griego surgió en un barco a Creta en 1999 al concebir el marco de una clase de un profesor sui generis de griego moderno en la Universidad de Buenos Aires: un curso en ese momento inexistente e impensable en una UBA que yo ni conocía y tenía que imaginar de cero. Ese profesor pasaba, de usar a Juliano como excusa didáctica, a una total identificación psicótica. Por distintos motivos abandoné la idea, y poco después me propusieron dar clases de griego moderno en una iniciativa inaugural en esa universidad, un ejemplo impresionante de idea-fuerza y realismo mágico.

La identificación - espero que no psicótica - tomó fuerza en una serie de eventos personales de los últimos años que por fin dieron total sentido y motivación a la plasmación del proyecto. Que es de teatro pobre, sagrado: un actor con prendas mínimas, tres bancos y unas velas, sin escenografía ni recursos eléctricos lumínicos o sonoros en una obra que aúna historia, filosofía, política, religión, esoterismo y astrología en contrapunto con la cultura y la lengua griegas y la ópera con mucho humor y crítica social de actualidad.

Demasiadas palabras. Juliano hablaba mucho (sus obras son deliciosas) y en la obra también habla. No hay forma de hacerlo callar.

Es peligroso hacer hablar a un muerto.

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PRESENTACION DE LA OBRA EN FORMATO LIBRO